Se puede decir que el coaching empresarial es una metodología que abarca diferentes técnicas educativas, favoreciendo la auto reflexión y el empoderamiento en los trabajadores de una empresa. Tipos de liderazgo como el natural, pueden ser claves al momento de lograr la meta establecida; sin embargo, estos liderazgos deben estar completamente alineados a los objetivos del coaching empresarial para determinar cuál será el mejor camino y la mejor estrategia para obtener los resultados anhelados.
Uno de los objetivos en el cual se basa el coaching empresaria es fomentar la comunicación entre los empleados para potenciar sus habilidades, mostrando todo lo que son capaces de hacer cuando su motivación se incrementa al máximo, haciendo que su rendimiento sea óptimo tanto para sus labores individuales como en equipo.
El coaching empresarial representa una gran herramienta que permite a las diferentes áreas de la compañía incrementar su rendimiento, apoyando el proceso de los líderes de cada área. No obstante y para que este proceso sea el mejor, es importante conocer los diferentes tipos de liderazgo para que puedan fusionarse adecuadamente a los objetivos del coaching que se lleva a cabo:
- Burocrático: El líder de área con alta moralidad, se encarga de que los trabajadores sigan las normas al pie de la letra, siendo en ciertos casos eficiente para realizar a cabalidad los planes trazados.
- Autocrático: Este tipo de liderazgo se caracteriza por contar con una cabeza de área autoritaria y estricta, con el poder absoluto para imponer sus decisiones sin tener en cuenta las opiniones de los trabajadores, los cuales deben obedecer sus órdenes. En muchos casos este tipo de liderazgo causa insatisfacción en las personas encaminándolas a renunciar a sus cargos.
- Transaccional: Básicamente se orienta al cumplimiento de los objetivos propuestos donde el trabajador es recompensado por sus logros, beneficiando al líder por el cumplimiento de las tareas. Para ello es importante crear estrategias de trabajo claras donde se incluyan tareas y recompensas, las cuales son comunicadas al personal del área.
- Dejar ser: El líder de área se involucra poco en las actividades de sus trabajadores, pues está seguro de las capacidades del personal para llevar a cabo sus funciones sin supervisión constante. Se basa en la confianza recíproca y el compromiso de ambas partes para lograr los objetivos.
- Democrático: El objetivo es la participación de todos los colaboradores del área para construir en conjunto las metas a cumplir. El líder cuenta con una personalidad proactiva y mediadora que escucha las opiniones de todos para luego tomar las decisiones más adecuadas.
- Orientado a las personas: El líder busca crear el mejor ambiente de convivencia laboral para resaltar el valor humano de cada trabajador por encima de la retribución económica y donde cada persona pueda desarrollar al máximo sus capacidades.
- Orientado a los objetivos: Lo contrario al tipo de liderazgo anterior, este tipo de liderazgo se enfoca exclusivamente en conseguir como sea los objetivos y propósitos por encima del bienestar de los integrantes del equipo de trabajo.
- Natural: Los líderes son innatos con capacidad de liderar de forma simple la consecución de logros, inspirando a los trabajadores a satisfacer sus necesidades laborales y personales.
- Carismático: Este líder es el encargado de motivar a su equipo de trabajo, inspirándolo y alentándolo permanentemente a cumplir las metas, enmarcado en un ambiente de trabajo ideal para ello.
- Transformacional: Con un líder emprendedor y consejero que tiene como propósito trabajar en un ambiente rodeado de confianza, alienta a cada integrante de su área a trabajar día a día por el cumplimiento de las metas.
Por todo lo anterior y teniendo en cuenta que se debe fomentar las capacidades individuales de cada trabajador, el coaching empresarial debe tener en cuenta el tipo de liderazgo de las cabezas de cada área para aprovechar todas las capacidades en conjunto y de ser necesario, hacer grandes cambios para cumplir los objetivos deseados, implicando en ciertos momentos a crear o modificar estrategias actuales para actuar de forma diferente y tener mejores relaciones con los equipos de trabajo.
Aunque los resultados dependerán siempre de la predisposición del líder y del equipo de trabajo, el coaching empresarial aporta grandes beneficios como:
- Potenciar el trabajo individual y en equipo, donde se optimiza el talento, rendimiento y motivación de cada trabajador, mejorando la comunicación entre compañeros con dinámicas de grupo que ayudan a empatizar y entender el rol de cada persona, maximizando el aporte que cada uno puede ofrecer.
- Reducir la ansiedad laboral y el estrés, contribuyendo a la resolución de conflictos, mejorando la comunicación entre los empleados, promoviendo un mejor ambiente laboral para que las personas trabajen a gusto y puedan tener a disposición herramientas que permitan apoyarse en los demás y facilitar la resolución de conflictos ante diferentes obstáculos que se puedan presentar.
- Incrementar la creatividad y adaptarse a los cambios para que los trabajadores puedan descubrir todo su potencial, ayudando al grupo de trabajo a generar nuevas ideas y desenvolverse en diferentes situaciones, con una mentalidad proactiva que permita adaptarse rápidamente a los cambios que puedan presentarse.
En definitiva y para lograr cambios favorables en la organización tanto en los líderes como en los colaboradores, el coaching empresarial logra que tanto unos como otros, puedan desaprender comportamientos, hábitos y formas de pensar, que de una u otra forma, afectan su desempeño personal y el trato con los demás.
El coaching empresarial proporciona una visión diferente, ayudando a las personas a evolucionar y enfrentarse a los retos de la industria donde compiten, conjuntamente con la ayuda del líder de área, quien crea la visión general de la empresa donde están enmarcados los objetivos individuales y corporativos, fundamentando el futuro deseado de la compañía.