COLOMBIA (AndeanWire, 21 de febrero de 2017). La ciencia médica está poniendo sus ojos en los productos que podrían tener el potencial de reducir el riesgo en la salud de fumadores, luego de que la Oficina de Salud Pública de Inglaterra – Public Health England – revelara que con el uso de estos dispositivos la exposición a los componentes potencialmente peligrosos se reduce entre un 90 y un 95%, comparada con los cigarrillos convencionales[1].
El principio tras este hallazgo es que estos productos, entre ellos los cigarrillos electrónicos y productos de calentamiento de tabaco, no generan combustión y, por ende, no producen humo. Los primeros crean un aerosol por calentamiento de un líquido con contenido nicotínico, mientras los segundos producen dicho aerosol al calentar tabaco especialmente desarrollado, a menos de 300 °C de temperatura, muy inferior a los 800 °C a los que se quema un cigarrillo convencional.
El objetivo principal de esta categoría es reducir el daño a la salud de fumadores con productos alternativos de consumo, los cuales administran la nicotina sin quemar el tabaco, evitando la aspiración de componentes potencialmente tóxicos producto de la combustión.
Ante esto, no sólo se ha empezado a buscar la eliminación de sustancias peligrosas que están presentes en el humo generado por la combustión, sino también a emular el sabor, patrones de liberación de nicotina y otras características del consumo de tabaco para facilitar su adopción por parte de los fumadores adultos.
Al quemarse, el cigarrillo convencional produce cerca de 8.000 componentes químicos, de los cuales al menos 100 son clasificados como peligrosos o potencialmente peligrosos (HPHC´s por sus siglas en inglés), pero los productos con este potencial tienen solo una fracción de estos componentes, lo que minimiza los efectos sobre la salud de los fumadores.
A la luz de estos resultados, entidades e investigadores médicos independientes han vuelto su mirada a los productos con dicha potencialidad y están encontrando serios indicios de reducción de sustancias peligrosas en los nuevos dispositivos.
El estudio de la agencia de salud del Reino Unido – Public Health England – encontró que los cigarrillos electrónicos son significativamente menos peligrosos para la salud que el consumo tradicional de tabaco y tienen el potencial de ayudar a los fumadores a dejar el hábito.
Según esta agencia gubernamental, “el mejor estimado actual es que los cigarrillos electrónicos son un 95% menos dañinos para la salud que los cigarrillos normales”.
No obstante, el profesor Kevin Fenton, director de Salud y Bienestar de Public Health England, asegura que fumar sigue siendo “el factor número uno de mortalidad y lo mejor que un fumador puede hacer es dejarlo completamente”.
Christopher Russell, investigador Ph.D. de los efectos de la nicotina y el tabaquismo, asegura que “la reducción del daño funciona, por lo tanto, ofreciéndole a los fumadores productos que administran nicotina a la cual se encuentran adictos pero sin exponerlos al humo de tabaco, que es responsable de casi todo el daño causado por el tabaquismo”[2].
Así mismo, un grupo de 53 expertos en el estudio de la nicotina y en salud pública, afirmaron por medio de una carta dirigida a la Directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, que “la gran mayoría de los fallecimientos y casos de enfermedades atribuibles al tabaco son causados por la inhalación de partículas de alquitrán y de gases tóxicos que llegan a los pulmones”, por lo que los productos sin humo “podrían estar entre las innovaciones más significativas del siglo XXI– tal vez salvando cientos de millones de vidas”[3].
Entre los expertos que comparten esta opinión se encuentran eminencias como David Nutt, presidente del Comité Científico Independiente sobre Drogas de Reino Unido, o Konstantinos Farsalinos, investigador del Centro Onassis de Cirugía Cardiaca, en Atenas, Grecia.
Por su parte, el informe “Nicotina sin humo: Reducción del Riesgo en el Tabaquismo” del Royal College of Physicians[4], cuerpo profesional británico dedicado a mejorar la práctica en la medicina, afirma que si bien aún no es posible estimar los riesgos a largo plazo de los cigarrillos electrónicos, “los datos disponibles sugieren que probablemente no excedan el 5% de aquellos asociados con productos de tabaco fumados y pueden ser sustancialmente menores a esa cifra”.
Finalmente, se destaca que en el mundo hay 1.100 millones de fumadores y unos 127 millones en la región de las Américas[5]. La OMS estima que cada año las enfermedades asociadas al tabaquismo cobran la vida de seis millones de personas[6]. Sin embargo, dicha Organización también reconoce la potencialidad del impacto en la salud pública de dichos productos: “Si la gran mayoría de fumadores de tabaco que son incapaces o no desean abandonar el tabaco pasaran sin demora a utilizar una fuente alternativa de nicotina que conlleve menos riesgos sanitarios y, con el tiempo, dejaran de utilizarla, supondría un logro contemporáneo considerable en materia de salud pública.”[7]
[1] McNeill A, Brose LS, Calder R, Hitchman SC and Hajek P, McRobbie H (Chapters 9 and 10), E-cigarettes: an evidence update. A report commissioned by Public Health England. Published August 2015
https://www.gov.uk/government/uploads/system/uploads/attachment_data/file/457102/Ecigarettes_an_evidence_update_A_report_commissioned_by_Public_Health_England_FINAL.pdf
[2] Entrevista a Christopher Russell, investigador PH.D sobre la nicotina y el tabaco y sus efectos en la salud.
[3] Abrams, David, Tony Axéll, Pierre Bartsch, Linda Bauld, Ril Borland et al., Statement from specialists in nicotine science and public health policy, Ginebra, 2014, https://nicotinepolicy.net/documents/letters/MargaretChan.pdf.
[4] Britton, J, Arnott, D, McNeill, A, Hopkinson, N & Tobacco Advisory Group of the Royal College of Physicians 2016, Nicotine without smoke: tobacco harm reduction, London: Royal College of Physicians, 2016.https://www.rcplondon.ac.uk/projects/outputs/nicotine-without-smoke-tobacco-harm-reduction-0.
[5] Organización Panamericana de la Salud http://www.paho.org/hq/index.php?option=com_content&view=article&id=12889%3Acurbing-the-tobacco-epidemic-in-the-americas&Itemid=135&lang=es
[6] Organización Mundial de la Salud http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs339/es/
[7] Organización Mundial de la Salud, Informe de la OMS de Sistemas electrónicos de administración de nicotina y sistemas similares sin nicotina, Delhi India, Agosto 2016, http://www.who.int/fctc/cop/cop7/FCTC_COP_7_11_ES.pdf?ua=1.
Source: AndeanWire